Posts Tagged ‘dentista’

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BEBE2La salud de los dientes debe cuidarse desde el momento del nacimiento: los niños necesitan que estos estén saludables para poder comer, sonreír y hablar. Por eso, es precisamente durante la infancia cuando los padres deben educar a sus hijos en los básicos de la higiene dental, transmitiéndoles la importancia de la limpieza diaria.

Los servicios orientados a los más pequeños son, por tanto, una parte importante dentro de las clínicas de salud bucodental: programas como Baby Smiling, de la clínica Smiling, están dedicados tanto al cuidado como al asesoramiento de los padres, y lo más importante, a cómo enseñarles a limpiarlos solitos. ¿Quieres saber más? Te damos cinco preguntas y respuestas básicas sobre los dientes de leche.

  • ¿Cuándo debería comenzar el cuidado de los dientes? El cuidado dental comienza incluso antes de que aparezca el primer diente: aunque los dientes no se vean, no quiere decir que no estén ahí. Por eso, limpiar las encías con una gasa húmeda después de alimentar al bebé, puede prevenir la acumulación de bacterias dañinas, y proteger sus dientecitos desde la cuna.
  • ¿Qué hábitos de alimentación deberían evitarse en los BEBEprimeros años? Poner a un bebé a dormir con un biberón en la boca puede dañar el esmalte, ya que los azúcares de la leche o el zumo permanecen durante horas en sus dientes, provocando la aparición de caries tempranas. También es importante limitar el consumo de bebidas azucaradas y golosinas, y siempre cepillar los dientes inmediatamente después de comer.
  • ¿Cuándo debe producirse la primera visita al dentista? Los niños deberían visitar por primera vez al dentista al cumplir el primer año de vida, a fin de evaluar su desarrollo dental y analizar posibles problemas como la mordida cruzada o las alteraciones de crecimiento.

 


  • ¿Cuándo y cómo tienen que cepillarse los dientes los niños?
    Tan pronto como aparezca el primer diente (entre los 5 y 8 meses de edad), se puede comenzar a usar un cepillo infantil suave. A partir de un año, los niños deben estar familiarizados con el cepillado corriente, permitiendo que sus padres realicen la limpieza de su dentadura. Conviene educar a los niños, acostumbrándoles a cepillarse los dientes tres veces al día, incidiendo en las caras de dentro y fuera, sin olvidar los dientes de atrás, las encías y la lengua.
  • ¿Cuándo comienzan a caerse los dientes de leche? Normalmente,dentista-infantil entre los cinco y siete años: las piezas que están bajo la encía comienzan a presionar los dientes de leche, expulsando primero los centrales y laterales inferiores, y después los superiores. Los colmillos y muelas se pierden más tarde, entre los 9 y 13 años.

 

 

Fuente: hola.com

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miedoMuchas personas sienten ansiedad y nerviosismo cada vez que se aproxima una cita al dentista. Incluso, algunas llegan al extremo de evitar completamente las visitas al odontólogo porque no pueden soportar la idea de las agujas, la fresa o la resina. Si tienes miedo de ir al dentista, aquí te contamos qué puedes hacer para que por culpa de los nervios, no descuides tu salud oral.

Digamos que un día estás comiendo algo que te gusta mucho y de repente, te empieza a doler un diente. ¡Qué angustia! Pero, cuando piensas en que para remediar ese dolor debes ir al dentista, prefieres que el dolor te acompañe toda la vida para evitar abrir la boca en el sillón de un odontólogo….. A ese extremo llegan muchas personas que le tienen miedo al dentista. Sin embargo, el no acudir al dentista puede causarte peores problemas, como infecciones en las encías y en los dientes, dificultad para masticar (y por consiguiente, el no poder disfrutar de tu comida favorita), mal aliento y dientes que no lucen sanos y afectan tu autoestima.
Una cosa sí te digo: Si el corazón te palpita rápido y te sudan las manos con la sola idea de ir al dentista, tal vez te estés preocupando sin necesidad. Hoy en día, con todos los avances en la odontología, tanto los diagnósticos como los tratamientos son mucho más sofisticados, más cómodos y menos dolorosos.

Sin embargo, para sobreponerte a la ansiedad, hay cosas que puedes hacer. Primero, es una buena idea que identifiques cuál es su causa.

  • El haber tenido una experiencia dolorosa o incómoda en el pasado. Esto incluye no solamente dolor, sino algunos comentarios inapropiados por parte del dentista. Por esto, puede ser que la apariencia del consultorio, su olor y el sonido de algunas herramientas como la fresa, puedan traerte estos recuerdos y despertar tu ansiedad y miedo.
  • El sentir que nada está bajo tu control. Muchas personas no soportan la idea de tener que abrir la boca durante un periodo prolongado y de no poder hablar.
  • El dejarte influenciar por las malas experiencias de otros, o inclusive por lo que enseña la televisión en relación a las visitas al dentista.
  • El miedo a lo desconocido, incluyendo a cualquier tratamiento o intervención en tu boca y en tus dientes.
  • El sentir vergüenza por cómo lucen tus dientes.

Segundo, intenta estas estrategias para disminuir tu ansiedad y tu nerviosismo antes de tu visita al dentista:

  • ¿Has pensado que hablar sobre tus miedos puede ayudarte? Cuéntale al dentista que estás nervioso(a) y las razones. De esa manera, el dentista te explicará qué es lo que va a hacer en tus dientes, qué va a hacer para disminuir el dolor y la incomodidad, etc. Muchos de los profesionales de la salud oral agradecen que sus pacientes les comuniquen sus miedos, pues así ellos están más alerta y más pendientes y te ayudarán a que te sientas más tranquilo(a). Si entiendes lo que te va a hacer y por qué, puedes sentir menos ansiedad.
  • Si te molesta el ruido de la fresa, pregúntale al dentista si puedes usar tus audífonos para poner música y así bloquear el sonido que te da miedo o te causa la incomodidad.
  • Antes de que te hagan algo en los dientes, establece un código con el dentista para que él o ella entienda si sientes dolor, si algo te incomoda o si necesitas un descanso.
  • Prueba relajarte con alguna técnica como respirar profundo o pensar en algo agradable.
  • Trata de ir al dentista cuando no estés apurado(a) o bajo presión. Antes de ir a trabajar, cuando termines tu trabajo o un sábado. Así no estarás pensando en cosas estresantes mientras te enfrentas ante una situación que ya te causa ansiedad.
  • Si no te sientes cómodo con tu dentista, busca uno nuevo. Pregúntale a tus amigos y amigas si tienen alguno que te puedan recomendar. Es muy importante que te sientas a gusto y tengas una relación de confianza.

Espero que con estos consejos, la próxima vez que visites al dentista, sientas que estás en control de la situación. Recuerda que el visitarlo con frecuencia es una parte fundamental para tener una buena salud oral. No te descuides ¡tu sonrisa te lo agradecerá!

 

Fuente: vidaysalud.com